Franklin Osorio, aprendiz de tercer trimestre de Tecnología en Producción Agropecuaria del municipio de Pijao, en poco tiempo se ha convertido en cunicultor, todo gracias a que cuando realizó su proceso de inducción, decidió comprobar por sí mismo lo que le decían sobre la cría de conejos, los instructores Juan Diego Giraldo y Óscar Mauricio Osorio del Centro Agroindustrial, SENA Regional Quindío.
Desde el mismo momento en que empezó su proceso de formación escuchó atentamente a los instructores cuando hablaban sobre las diferentes especies de animales, sin embargo a Franklin le llamó la atención la de conejos.
“El conejo es una especie que presenta grandes ventajas frente a otras, es de ágil reproducción, presenta adaptabilidad al medio, rápida obtención de carne y piel; requiere de poco espacio y mano de obra reducida, características que posicionan la cunicultura como una alternativa importante en la producción de carne y piel”, recordó Franklin.
A partir de allí surgió en este joven un especial interés por tener una pareja de conejos y a medida que fue obteniendo crías consiguió con sus instructores más información sobre las bondades de las heces y orina de este roedor, con el propósito de utilizarlos como abono orgánico.
Decidió entonces, comprarse dos conejas reproductoras razas Nueva Zelanda y Chinchilla con un macho Mariposa como pie de cría, y en un espacio no mayor a 16 metros cuadrados Franklin ha desarrollado un modelo de producción de conejos en el patio de su casa, en donde a la fecha reporta que ha tenido 23 crías, de las cuales siete están en proceso de ceba, ha vendido 14 y en su casa ya se han comido dos.
“Esta ha sido una experiencia muy importante en mi vida, porque todo lo que antes hacía por intuición ahora lo hago con un concepto tecnológico el cual me imparten a diario en el SENA a través de herramientas que me permiten ser cada vez más competitivo, por eso agradezco a esta institución lo que le ha aportado a mi desarrollo personal y empresarial”, precisó.
Paralelo a la cunicultura, este joven aprendiz desarrolla cultivos de tomate de árbol, mora y lulo, entre otros, en lo cuales utiliza sólo abono biológico como el humus de la conejaza y el fertilizante producido por la orina del conejo, gracias a los conceptos adquiridos en la institución.
“Estoy muy contento porque todo lo que he aprendido se ha reflejado en la evolución de las plantas, se nota la fertilidad de las hojas, su estructura, así como la floración de sus frutos”, agrega Franklin Osorio.
Para los encargados del proceso de formación resulta gratificante contar con esta clase de aprendices, quienes asimilan de manera rápida la importancia de desarrollar procesos productivos que los lleve a ser realmente competitivos.
“Franklin es un verdadero modelo de emprendimiento porque desde que empezó sus estudios creyó en la cría de conejos y le ha ido apostando de tal manera que en la actualidad, cuando cursa tercer trimestre ya ha comprobado los resultados de lo visto en el SENA, ampliando su proyección al cultivo de frutas y leguminosas”, manifestó el instructor pecuario Óscar Mauricio Osorio Guevara.
Franklin Osorio espera algún día tener su propia finca en la que pueda desarrollar a gran escala estos proyectos productivos, manteniéndose como un vivo ejemplo de emprendimiento y ganas de salir adelante.
Desde el mismo momento en que empezó su proceso de formación escuchó atentamente a los instructores cuando hablaban sobre las diferentes especies de animales, sin embargo a Franklin le llamó la atención la de conejos.
“El conejo es una especie que presenta grandes ventajas frente a otras, es de ágil reproducción, presenta adaptabilidad al medio, rápida obtención de carne y piel; requiere de poco espacio y mano de obra reducida, características que posicionan la cunicultura como una alternativa importante en la producción de carne y piel”, recordó Franklin.
A partir de allí surgió en este joven un especial interés por tener una pareja de conejos y a medida que fue obteniendo crías consiguió con sus instructores más información sobre las bondades de las heces y orina de este roedor, con el propósito de utilizarlos como abono orgánico.
Decidió entonces, comprarse dos conejas reproductoras razas Nueva Zelanda y Chinchilla con un macho Mariposa como pie de cría, y en un espacio no mayor a 16 metros cuadrados Franklin ha desarrollado un modelo de producción de conejos en el patio de su casa, en donde a la fecha reporta que ha tenido 23 crías, de las cuales siete están en proceso de ceba, ha vendido 14 y en su casa ya se han comido dos.
“Esta ha sido una experiencia muy importante en mi vida, porque todo lo que antes hacía por intuición ahora lo hago con un concepto tecnológico el cual me imparten a diario en el SENA a través de herramientas que me permiten ser cada vez más competitivo, por eso agradezco a esta institución lo que le ha aportado a mi desarrollo personal y empresarial”, precisó.
Paralelo a la cunicultura, este joven aprendiz desarrolla cultivos de tomate de árbol, mora y lulo, entre otros, en lo cuales utiliza sólo abono biológico como el humus de la conejaza y el fertilizante producido por la orina del conejo, gracias a los conceptos adquiridos en la institución.
“Estoy muy contento porque todo lo que he aprendido se ha reflejado en la evolución de las plantas, se nota la fertilidad de las hojas, su estructura, así como la floración de sus frutos”, agrega Franklin Osorio.
Para los encargados del proceso de formación resulta gratificante contar con esta clase de aprendices, quienes asimilan de manera rápida la importancia de desarrollar procesos productivos que los lleve a ser realmente competitivos.
“Franklin es un verdadero modelo de emprendimiento porque desde que empezó sus estudios creyó en la cría de conejos y le ha ido apostando de tal manera que en la actualidad, cuando cursa tercer trimestre ya ha comprobado los resultados de lo visto en el SENA, ampliando su proyección al cultivo de frutas y leguminosas”, manifestó el instructor pecuario Óscar Mauricio Osorio Guevara.
Franklin Osorio espera algún día tener su propia finca en la que pueda desarrollar a gran escala estos proyectos productivos, manteniéndose como un vivo ejemplo de emprendimiento y ganas de salir adelante.