Más de 300 aprendices de los Programas Jóvenes Rurales y Jóvenes en Acción y de la Escuela de gastronomía, industria y de turismo de distintos municipios del departamento llegaron ayer al Centro Agroindustrial con sus familiares a su graduación.
La ceremonia de graduación estuvo precedida por el doctor Rodrigo Isauro Gómez Suárez, Subdirector del Centro Agroindustrial; Carmenza Quintero de León, Coordinadora de la Escuela de Industria y Gastronomía y, Fanny Cadavid Romero, Coordinadora de los Programas Jóvenes Rurales y Jóvenes en Acción.
En los rostros de quienes esperaban con alegría el momento de recibir de parte de sus instructores el certificado, se notaba la alegría del deber cumplido, en muchos sobresalía su juventud y en otros resaltaban sus años de vida y experiencia.
Un ejemplo
María Belén Ramírez es una mujer de 64 años de edad que sin importar su rol de esposa, madre, abuela, bisabuela y trabajadora en una vereda del municipio de Filandia, jamás renunció a su idea de estudiar ““nunca es tarde y yo quise aprender con el SENA porque la idea era mejorar lo que hacía en el campo y cultivar cosas nuevas”, dice María luego de recibir su certificado en Producción y Transformación de Frutas y Hortalizas.
“Ella siempre fue el ejemplo a seguir, nunca faltó a una clase, era la más cumplida y su aprendizaje fue muy notorio”, comenta Roosvelt Andrés Ramos, instructor del curso. Pero María no sólo despertó admiración entre sus instructores, también entre sus compañeras, quienes siempre la vieron como la mamá del curso y su fortaleza.
Entre risas, lágrimas y abrazos culminó el proceso de formación emprendido por estos quindianos que vieron en el SENA una puerta abierta al conocimiento y entre quienes María se convirtió en un ejemplo de pujanza y de que la edad nunca será una barrera para estudiar.
*Marìa ingresò a la formaciòn luego de completar el cupo reglamentario exigido por el programa.
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